¿Has escuchado alguna vez hablar del término ERP, y te ha sonado a chino? Entonces, esta guía que tienes ante ti es todo lo que necesitas para descubrir una nueva forma de gestionar los datos de tu empresa. Porque un ERP es una de las mejores soluciones a la hora de optimizar todos los procesos que se realizan dentro de una empresa. ¡Continúa leyendo y no te pierdas ni un solo detalle!

Qué es el sistema ERP
Un ERP es un Enterprise Resource Planning; es decir, un software de gestión empresarial. Este permite llevar a las empresas un registro completo de todas sus operaciones comerciales, con toda la información que puedan considerar relevante. Normalmente, un ERP suele incluir un conjunto de aplicaciones y funcionalidades que se integran en un único sistema. De esta manera, permite que las empresas tengan una visión global y en tiempo real de todas las operaciones que han realizado.
No hablamos solo de operaciones como la compra y venta de productos, sino también la gestión de recursos humanos, la distribución de esos productos y muchas más funcionalidades.
Hay algunos ERP que cuentan con la posibilidad de almacenar los datos en cloud o en la nube, algo que hará que puedas acceder a ellos desde cualquier equipo. No te preocupes, porque todos ellos suelen implementar soluciones de seguridad para que tu información esté siempre a salvo.
Ventajas
Es cierto que la implantación de un sistema ERP supone una fuerte inversión inicial para todas las empresas, pero merece la pena. Según un estudio que llevó a cabo Panorama Consulting en este mismo año, hasta el 40 % de las empresas señala que notan un impacto positivo en su productividad.
¡Independientemente del sector de la empresa! Son muchas las ventajas que tu empresa puede notar si se decide a implementar un sistema ERP, como las siguientes:
- En primer lugar, te permitirá tener una visión global y actualizada de todas las operaciones que realice tu empresa.
- Además, gracias a esta visión y a la automatización de ciertos procesos, serás más eficiente y notarás una mayor productividad.
- No solo notarás más eficiencia, sino que las decisiones que tomes serán, por regla general, más acertadas. Esto se debe a que tendrás esa visión global que hemos comentado.
- Junto a esto, no podemos dejar de señalar que notarás cómo se reducen los gastos gracias a que todos los sistemas y aplicaciones se integran en un mismo lugar.
- Asimismo, sentirás cómo tu empresa gana flexibilidad y escalabilidad a la hora de adaptarse a los cabios que traiga el mercado.
- Y, por último, pero no por ello menos importante, verás rápidamente que la satisfacción de tus clientes mejora. Esto se debe a que tendrás un mayor control de tu inventario y de todos los procesos que se realizan, y podrás incluso anticiparte a sus necesidades.
En general, la clave de un sistema ERP es que permite que tu empresa sea más competitiva y rinda más en el mercado. Con lo cual sí, puede que sea algo caro de implementar en un primer momento… ¡Pero merece totalmente la pena!
Tipos de ERP
No hay un solo sistema de ERP en el mercado, sino que hay varios diferentes. Se distinguen entre sí por unas características básicas, que serán vitales para decidir cuál de ellos te podría llegar a interesar más.
Horizontal – vertical
En primer lugar, hemos de hablar del ERP horizontal, que se caracteriza por ser capaz de adaptarse a una gran cantidad de empresas y sectores diferentes. No ofrece funcionalidades específicas para un sector en particular, sino que trae consigo herramientas y funcionalidades genéricas. Su principal ventaja es que es fácil de implementar y que, además, suele ser bastante más asequible. Además, puede ser una buena opción para aquellas empresas que quieran algo que se adapte a sus necesidades futuras. No obstante, no es la mejor alternativa para quienes busquen soluciones personalizadas.
Por otro lado, encontramos el conocido como ERP vertical. En este caso, se adapta a un tipo de empresa concreta. No ofrece algo genérico y escalable, sino unas funcionalidades específicas que puedan ser de ayuda a un sector en particular. Esto tiene como positivo que te permite cubrir unas necesidades concretas y específicas, algo ideal para quien sabe exactamente qué está buscando.
La diferencia fundamental entre ambos sistemas es que el primero es más genérico, mientras que el segundo pone el foco en unas necesidades concretas.
Estándar – personalizable
Por otra parte, hemos de hablar del ERP estándar. Este es un tipo de sistema que se basa en un conjunto de especificaciones que garantizan el que pueda ser utilizado por diferentes empresas. Al igual que sucede con el ERP horizontal, es fácil de implementar y de mantener.
Y, por el contrario, encontramos el ERP personalizable. Este permite al usuario que personalice absolutamente todas sus funciones, de tal manera que acaba por responder a todas las necesidades específicas que pueda tener.
De nuevo, la diferencia entre estos dos tipos de sistemas reside en la personalización. A la hora de elegir, la clave es ver cuáles son las necesidades que tiene tu empresa en este momento, e intentar discernir si continuará teniendo las mismas a largo plazo. Y, a partir de ahí, tomar una decisión.
Diferencia entre CRM y ERP
Hay una duda que puede llegar a surgir en este punto, y es cuál es la diferencia entre un CRM y un ERP. Un CRM es un sistema de gestión de relaciones con los clientes, mientras que un ERP se define, como hemos visto, como un sistema de gestión empresarial. Y aunque ambos softwares son útiles y nos ayudan a mejorar nuestra eficiencia y rendimiento, hay ciertos puntos que los diferencian.
El principal factor diferenciador es que el objetivo de un CRM es mejorar la gestión de la empresa con respecto a los clientes. Permite que esta lleve a cabo un registro de los usuarios, de las acciones de marketing que se han utilizado y ofrece herramientas relacionadas con esto. No obstante, el ERP tiene como objetivo mejorar la gestión de todas las operaciones de la empresa. Es decir, que dentro del ERP encontraremos un registro de estas gestiones comerciales, pero también encontraremos mucho más.
Como habrás podido suponer, los datos que se introducen en un CRM y los que se incorporan en un ERP son diferentes. Mientras que el primero únicamente se limita a información de los clientes, el ERP va más allá.
Lo ideal es que ambos sistemas se utilicen juntos para, de esta manera, mejorar aún más la eficiencia de la empresa. Aunque puede que no sean los mismos departamentos los que hagan uso de ellos.
Ahora que ya sabes lo que es un ERP, ¡continúa investigando y descubre cuál es el mejor para ti! Porque tu empresa te lo agradecerá.